
OÍDO
La importancia de su limpieza
En condiciones normales nuestro oído tiene un sistema propio de autolimpieza. Las células presentes en las paredes del canal auditivo externo generan el cerumen (o cera), la misión del cual es limpiar y lubricar el canal auditivo
y actuar como protector del oído interno frente a la presencia de partículas (polvo o impurezas), insectos o
microorganismos (bacterias, virus o hongos). El cerumen generado circula por el
canal auditivo hacia fuera contribuyendo
eficazmente a evitar afecciones auditivas, sequedad y picores. Así que este es necesario para tener un oído sano y no debe ser
eliminada sino controlado.
En ciertas condiciones necesitamos ayudar a nuestro organismo a limpiar el oído. Por ejemplo, cuando se provoca un exceso de cerumen, al llevar durante mucho tiempo auriculares o por la falta de movilidad de la mandíbula y, tenemos síntomas como pérdida de audición, picores o molestias en la zona.

Una gama de 3 productos sanitarios formulados para la higiene
diaria del oído asegurando su correcto estado y evitando la
acumulación de cera, la lubricación y la protección del conducto
auditivo en situaciones de sequedad, irritación y picor, como las
molestias producidas por el uso continuado de audífonos y auriculares y, para ayudar
a reblandecer y disolver el tapón de cerumen, el cual puede causar pérdida
de audición.