Estreñimiento en el embarazo: Causas y soluciones

estreñimiento en el embarazo

La llegada de un hijo o hija es una experiencia única, llena de felicidad, sin embargo, durante la etapa del embarazo el cuerpo de la mujer sufre muchos cambios para adaptarse al feto, generando algunas consecuencias. Una de las más comunes es el estreñimiento en el embarazo.

En Ysana nos preocupamos por tu salud. Por ello, hoy queremos hablarte de las causas del estreñimiento en el embarazo y cómo prevenirlas y tratarlas.

¿Por qué sucede el estreñimiento en el embarazo?

Existen diversas causas para que se sufra estreñimiento en el embarazo. La principal es el aumento y funciones de las hormonas progesterona y aldosterona. La progesterona actúa como un relajante muscular (miorrelajante), que evita las contracciones del útero antes de tiempo. Sin embargo, también actúa sobre la motilidad intestinal. Al disminuir las contracciones intestinales, genera estreñimiento.

Hacia el tercer trimestre, se añade el aumento de los niveles de aldosterona. Esta hormona promueve la absorción de líquido y electrolitos, lo que aún empeora la movilidad intestinal.

Por otra parte, cabe destacar que el útero, que alberga al bebé, aumenta y este presiona el intestino, haciendo que se dificulte el tránsito intestinal.

Durante el embarazo también se pueden consumir fármacos o suplementos, como la toma de hierro o ácido fólico, que pueden alterar el funcionamiento del intestino.

La madre también puede sufrir otros cambios en su estilo de vida, nutrición o padecer estrés.

La frecuencia, tipo de comida y la cantidad de los alimentos que se consumían no son los mismos, además, el estilo de vida puede tender a ser un poco más sedentario.

¿Cómo mejorar y prevenir el estreñimiento en el embarazo?

Para mejorar y prevenir el estreñimiento en el embarazo, es importante que la mujer siga los siguientes consejos:

  • Aumentar la ingesta de fibra vegetal, consumiendo diariamente entre 25 y 30 mg. Puede obtenerse mediante el consumo de cereales integrales, frutas (como el kiwi o la ciruela) y verduras y legumbres o con complementos alimenticios ricos en fibra.
  • Beber al menos 2 litros de agua al día y consumir alimentos ricos en ella, como la sandía, el pepino, la lechuga o el tomate.
  • Evitar alimentos que puedan inflamar la mucosa intestinal, como los salados o picantes, o los curados y embutidos.
  • Hacer ejercicio físico regular y moderado, por ejemplo yoga o ejercicios premamá, o pasear.
  • Realizar actividades de relajación, como la meditación.
  • No ignorar el reflejo de ir al baño.
  • Dedicar un tiempo para ir al baño.
  • Evitar laxantes o remedios laxantes sin prescripción médica, o que no sean aptos para embarazadas.

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Bibliografía

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